“Encender la luz” prescindiendo de la electricidad
La luz es esencial para el desarrollo social y humano, pero la red eléctrica sigue siendo un bien escaso en muchas regiones del planeta. Un salto tecnológico ayuda a contornear este obstáculo.
La iluminación ha sido sinónimo de seguridad y confort desde tiempos inmemoriales, ya sea a través del fuego como garantía de seguridad nocturna en los primeros tiempos de la humanidad, o con el dominio de la electricidad de Thomas Edison y la patente de la bombilla incandescente unos 1,7 millones de años después.
Este último invento, complementado con el desarrollo de la red de distribución eléctrica, revolucionó la forma en que la humanidad se enfrenta a la oscuridad y la noche. Aunque ya existían otras formas de iluminación, como las velas, las lámparas de aceite y el alumbrado público a gas, fue con la electricidad cuando se produjo la explosión del desarrollo del alumbrado público y privado.
Cabría esperar, pues, que en el siglo XXI toda la humanidad tuviera acceso a algo que hoy consideramos tan sencillo: “encender la luz”. Sin embargo, sigue habiendo grandes asimetrías. Sigue habiendo grandes desequilibrios de desarrollo entre las distintas regiones del planeta, en cuanto al acceso al agua potable, los alimentos y todo tipo de infraestructuras, incluida la electricidad.
Cuando no es posible “encender la luz”
La infraestructura eléctrica, tan común en las zonas desarrolladas del mundo, sigue sin existir en los países y zonas menos favorecidas. Y con ello, todas las ventajas del alumbrado público y la seguridad que aporta. Como puede verse en una fotografía facilitada por el Observatorio de la Tierra de la NASA, las asimetrías de la iluminación nocturna en el planeta son bastante evidentes.
El gran reto de las regiones subdesarrolladas es la falta de infraestructuras básicas para apoyar su desarrollo. Sin embargo, ha habido algunos casos en los que la tecnología les ha permitido “saltar” sin necesidad de la infraestructura tradicional.
Un ejemplo son las telecomunicaciones en África. A diferencia de Europa, que cuenta con una red de telecomunicaciones fijas mediante cableado y conductos subterráneos, en África estas infraestructuras son muy escasas y débiles; sin embargo, el desarrollo de las comunicaciones móviles ha permitido a la población un acceso omnipresente a la conectividad de voz e Internet.
En el caso de la electricidad y la iluminación, desgraciadamente no es posible tener una red inalámbrica, sin infraestructura física, como ocurre con las telecomunicaciones, pero hay otras posibilidades, como el uso de la energía solar.
GEMINI: alumbrado público para todos, sin estructura de red
Hoy en día, con el uso de la tecnología LED – que es extremadamente eficiente desde el punto de vista energético –, los paneles fotovoltaicos y las modernas baterías, es posible crear soluciones de iluminación autónomas sin el apoyo de la red eléctrica. Y, con este objetivo, ARQUILED desarrolló GEMINI una línea de luminarias solares inteligentes, sostenibles y totalmente autónomas.
Y si en el mundo occidental su omnipresencia puede hacernos olvidar el papel fundamental de la luz en nuestras vidas, me parece que la siguiente imagen ilustra bien su importancia para el desarrollo de las poblaciones. Fue publicado por el Instituto Marron Institute for Urban Development de la Universidad de Nueva York (NYU) y muestra a varios estudiantes estudiando por la noche bajo la égida del alumbrado público. Como no tienen electricidad en casa, van al aeropuerto, donde las calles están iluminadas, para realizar sus estudios.
La luz representa la seguridad, pero también el progreso y el desarrollo. Al facilitar el acceso a la iluminación solar, distribuyéndola en ciudades, pueblos y otras zonas donde la electricidad es escasa o simplemente no existe, promovemos la igualdad de acceso a un bien esencial: la iluminación. Por eso decimos en ARQUILED, creo que con propiedad, que GEMINI es más que una luminaria: es un feliz encuentro entre la necesidad social y la innovación tecnológica.
Miguel Allen Lima
ARQUILED CEO