Lecciones de la pandemia… y lo que estamos haciendo para prevenir la próxima
A pesar de las advertencias, el mundo no estaba preparado para enfrentar la pandemia actual, pero es importante crear estrategias y herramientas para prevenir la próxima - Miguel Allen Lima, CEO de ARQUILED, explica cómo y presenta los productos que la empresa ha desarrollado recientemente y que pueden ser muy utiles para este propósito
A principios de 2020 el mundo se paralizó con la llegada de COVID-19. Hacía más de un siglo que no veíamos una pandemia de esta envergadura y con un impacto tan fuerte en nuestras vidas, a pesar de que varios expertos la habían anticipado como un escenario posible, y en todo similar, y de que ha habido varias amenazas -en 2005, con el brote de gripe A (H5N1) y, en 2017, con el ébola y el MERS-CoV, causante del SARS (síndrome respiratorio agudo severo), antecesor del SARS-CoV2.
Según los expertos, estas enfermedades no tuvieron un impacto tan devastador como el COVID-19, por pura suerte. Ya sea porque los virus no se diseminaban en el aire, o porque eran tan incapacitantes que las personas infectadas quedaban generalmente postradas en cama y, por tanto, la propagación era menor. Por otro lado, el SARS-CoV2, un virus de transmisión aérea con un alto porcentaje de casos asintomáticos fue el vehículo ideal para una pandemia que causó (y sigue causando) millones de vidas perdidas y un impacto económico astronómico, ampliando aún más la brecha entre ricos y pobres y aumentando las desigualdades sociales.
¿Hemos aprendido algo de esta pandemia?
A pesar de todas las advertencias y de su previsibilidad, se demostró que no estábamos preparados para hacer frente a la pandemia. Y si bien hubo una gran movilización mundial para crear y producir vacunas en un tiempo récord, su aplicación fue todo menos generalizada. Observe las tasas de vacunación: mientras que en algunos casos las vacunas llegan a su fecha de caducidad, otros tienen dificultades para acceder a ellas. Más que un esfuerzo local, este es un problema global que debemos abordar como humanidad, no como país, raza o religión.
Bill Gates, filántropo y fundador de Microsoft, que ya advirtió en 2015 del riesgo de una pandemia inminente, publicó a principios de este mes un nuevo libro en el que defiende, una vez más, que es fundamental invertir en prevención. Al igual que tenemos un sistema de defensa contra incendios, invertimos en equipos de lucha contra el fuego y tenemos equipos dedicados, Gates propone crear una fuerza multinacional para luchar contra las pandemias, con las herramientas y los medios para su rápida contención, defendiendo que el coste de dicha inversión sería menor que el de esta pandemia. De hecho, muchos expertos afirman que el esfuerzo financiero necesario para dicha prevención sería unas diez veces menor que el coste de contener la actual pandemia de COVID-19.
¿Qué estamos haciendo para prepararnos para la próxima?
¿Pero de qué tipo de herramientas estamos hablando? Naturalmente, el equipo de protección personal y los medios logísticos y de soporte vital son componentes clave. Pero eso no es todo. Porque es importante mantener bajos los niveles de transmisibilidad en lugares concurridos como escuelas, aeropuertos y oficinas. Aquí es donde entra la tecnología ultravioleta profunda (“far UV” o UV-C).
Ya en 2017, el doctor David Brenner, físico especializado en radiología, hablaba de que estábamos perdiendo la guerra contra las bacterias multirresistentes y proponía la instalación de luces ultravioletas como forma de reducir este tipo de infecciones. En sus palabras, “la instalación generalizada de luz UV-C profunda podría prevenir la próxima pandemia o incluso la gripe estacional”.
Esta es también la opinión compartida por Prachi Patel en “IEEE Spectrum”, la respetada revista del Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos, que defiende el uso de las luces UV-C no sólo para combatir, sino también como herramienta para prevenir pandemias e infecciones respiratorias.
La aparición de COVID-19 impulsó el desarrollo industrial de los productos de desinfección UV-C y un salto en la madurez de los LEDs UV-C, ya que, al igual que la iluminación convencional, los LEDs tienen la capacidad de ser mucho más eficaces y económicos.
ARQUILED se enorgullece de participar activamente en la innovación y el desarrollo, en este ámbito, con la creación de los dispositivos HIGYA de desinfécción LED UV-C. Y los resultados son muy alentadores en lo que respecta a la eficacia: en laboratorios certificados, la desinfección LED UV-C emitida por los dispositivos HIGYA logró la inactivación de más del 99,99% del virus del SARS-Cov-2. Estudios similares realizados por otros fabricantes con la misma tecnología han demostrado la misma eficacia con otros virus y bacterias.
Además, BRIGHT SCIENCE, empresa de ARQUILED especializada en soluciones para Smart Cities, ha desarrollado el SDMS, un Sistema de Vigilancia del Distanciamiento Social para entornos exteriores, que permite estimar la densidad de población en espacios concurridos, de forma anónima y no intrusiva, evitando la masificación y optimizando la gestión del tráfico. Esta solución debería llegar al mercado a principios de junio.
Así que aquí está el reto. ¿Vamos a esperar a la próxima pandemia o vamos a invertir en prevención? Ya hemos visto que las pandemias no sólo son sustancialmente más caras, sino que también suponen una carga insoportable en términos de pérdida de vidas humanas. Por lo tanto, depende exclusivamente de nosotros prepararnos para la próxima con el fin de evitarla o mitigar significativamente sus consecuencias más dañinas.
Miguel Allen Lima
ARQUILED CEO